La envidia es un sentimiento insano, hace daño a quien envidia y al que es envidiado, comprende que lo que puedas envidiar no sabes si sería positivo para ti, deja a cada cual con lo que le haya tocado, para todo hay un por qué aunque en principio no lo entendamos. Aprendamos de la sabiduría de la canción, Fragmentos de Martín Fierro cantada por Jorge Cafrune, que nos dice: a nadie tengas envidia que es muy triste el envidiar, si a otros ves ganar a estorbarlo no te metas, cada lechón en su teta que es el modo de mamar. Ave de pico encorvado le tiene al robo afición, pero el hombre de razónno roba jamás un cobre pues no es vergüenza ser pobre y es vergüenza ser ladrón. Los efectos de la envidia, odio, codicia, ira, venganza y otras emociones y actividades negativas que nos hieren sólo existen a nivel personal. Por eso, cuando nos vemos con cierta perspectiva, cuando nos vemos de forma impersonal, nos damos cuenta que son sentimientos subjetivos y, así estos sentimientos desaparecen. En su lugar, nos damos cuenta de que nuestro objetivo en la vida va más allá de nuestras propias necesidades. No sólo tenemos obligaciones con nosotros mismos, sino con la raza y civilización de la que nuestra alma ha decidido formar parte. Debes encontrar algo que te proporcione felicidad en cada día, porque no sabemos si “el mañana” nos dará la felicidad que anhelamos. La felicidad es difícil de alcanzar y es mucho más difícil conseguirla si consiste en muchas cosas (sobre todo materiales) y como te habrás dado cuentala ausencia de problemas tampoco es garantía de felicidad, tu vida puede ser fácil en muchos sentidos y no sentirte feliz; la felicidad es algo totalmente personal, nadie puede proporcionártela, ya que la “felicidad” es personal y cada uno debe buscar su camino para encontrarla. Pero seguro que en lo que tu y yo estamos de acuerdo es que la envidia es el camino seguro para una infelicidad permanente, ya que siempre habrá alguien más rico, más guapo, más alto, más inteligente, más feliz, más sabio, más culto, etcétera. Confórmate con lo que tienes, lucha por crecer como persona, lo demás vendrá por añadidura. Deja a Las Parcas que hagan su trabajo, a Cloto, la hilandera de la vida, a Láquesis, la distribuidora de suertes y a Átropo, la que con sus temibles tijeras corta el hilo de la vida. En la mitología griega, son las tres diosas que determinaban la vida humana y el destino, conocidas como Moiras en griego y como Parcae en latín. Las Parcas asignaban a cada persona al nacer una parte del bien y del mal, aunque la gente podía acrecentar el mal por su propio desatino. Al igual que desechamos la basura y todo lo que no nos es útil, desechemos igualmente pensamientos negativos y dañinos para nosotros y para los demás. ¡Qué gran favor nos haríamos!
La envidia es un sentimiento insano, hace daño a quien envidia y al que es envidiado, comprende que lo que puedas envidiar no sabes si sería positivo para ti, deja a cada cual con lo que le haya tocado, para todo hay un por qué aunque en principio no lo entendamos. Aprendamos de la sabiduría de la canción, Fragmentos de Martín Fierro cantada por Jorge Cafrune, que nos dice: a nadie tengas envidia que es muy triste el envidiar, si a otros ves ganar a estorbarlo no te metas, cada lechón en su teta que es el modo de mamar. Ave de pico encorvado le tiene al robo afición, pero el hombre de razón no roba jamás un cobre pues no es vergüenza ser pobre y es vergüenza ser ladrón. Los efectos de la envidia, odio, codicia, ira, venganza y otras emociones y actividades negativas que nos hieren sólo existen a nivel personal. Por eso, cuando nos vemos con cierta perspectiva, cuando nos vemos de forma impersonal, nos damos cuenta que son sentimientos subjetivos y, así estos sentimientos desaparecen. En su lugar, nos damos cuenta de que nuestro objetivo en la vida va más allá de nuestras propias necesidades. No sólo tenemos obligaciones con nosotros mismos, sino con la raza y civilización de la que nuestra alma ha decidido formar parte. Debes encontrar algo que te proporcione felicidad en cada día, porque no sabemos si “el mañana” nos dará la felicidad que anhelamos. La felicidad es difícil de alcanzar y es mucho más difícil conseguirla si consiste en muchas cosas (sobre todo materiales) y como te habrás dado cuenta la ausencia de problemas tampoco es garantía de felicidad, tu vida puede ser fácil en muchos sentidos y no sentirte feliz; la felicidad es algo totalmente personal, nadie puede proporcionártela, ya que la “felicidad” es personal y cada uno debe buscar su camino para encontrarla. Pero seguro que en lo que tu y yo estamos de acuerdo es que la envidia es el camino seguro para una infelicidad permanente, ya que siempre habrá alguien más rico, más guapo, más alto, más inteligente, más feliz, más sabio, más culto, etcétera. Confórmate con lo que tienes, lucha por crecer como persona, lo demás vendrá por añadidura. Deja a Las Parcas que hagan su trabajo, a Cloto, la hilandera de la vida, a Láquesis, la distribuidora de suertes y a Átropo, la que con sus temibles tijeras corta el hilo de la vida. En la mitología griega, son las tres diosas que determinaban la vida humana y el destino, conocidas como Moiras en griego y como Parcae en latín. Las Parcas asignaban a cada persona al nacer una parte del bien y del mal, aunque la gente podía acrecentar el mal por su propio desatino. Al igual que desechamos la basura y todo lo que no nos es útil, desechemos igualmente pensamientos negativos y dañinos para nosotros y para los demás. ¡Qué gran favor nos haríamos!
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