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¡Despierta!

DALAI LAMA

DALAI LAMA Si más de 10.000 personas acuden a escuchar al Dalai Lama en Barcelona, es una señal de que existen muchos espíritus ansiosos de buscar otra forma de vida que no sea la del materialismo, odio, celos, envidia, avaricia... que tanto abunda en nuestro mundo actual. Siento esperanza y paz al pensar que no está todo perdido y que juntos podremos ir cambiando poco a poco esta pequeña parcela de este nuestro universo  en el que nos ha tocado vivir. No podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar nuestro entorno, nuestro pequeño universo, por algo hay que empezar, y ese algo somos nosotros mismos. No debemos avergonzarnos de pensar diferente y aún más, no cerremos la posibilidad a una verdad diferente de la que hemos aprendido, una verdad que no sea la de los demás.  Paulo Coelho en su libro, Manual del guerrero pacífico, nos hace este relato: Érase una vez un rey muy querido cuyo castillo se erguía sobre una alta colina, y dominaba sus tierras.  Era tan popular que los habitantes del pueblo vecino le enviaban regalos a diario y se festejaba su aniversario en todo el reino. La gente le quería por su sabiduría y la rectitud de sus juicios. Un día la tragedia sacudió la ciudad. La reserva de agua se contaminó y todos los habitantes, hombres, mujeres y niños, se volvieron locos. Solamente el rey, que tenía su propia fuente se libró. Poco después de la tragedia, el pueblo loco de la ciudad se puso a hablar de las actitudes “raras” del rey, de la mediocridad de sus juicios y de su falta de sabiduría. Algunos incluso llegaron a decir que el rey se había vuelto loco. No tardó en perder su popularidad. Ya nadie le llevaba regalos, ni festejaba el día de su aniversario. El Rey, solo en su alta colina, estaba privado de toda compañía. Un día decidió abandonar la colina y hacer una visita a la ciudad. Hacía calor aquel día y bebió de la fuente. Aquella misma tarde hubo una gran fiesta. Todo el pueblo estaba dichoso puesto que su queridísimo rey se había “curado de su locura”. Las emociones negativas sólo nos perjudican a nosotros mismos. Está  demostrado que cuando una persona mantiene constantemente pensamientos negativos, crea en sí condiciones psicológicas y fisiológicas que favorecen la aparición de enfermedades mentales y físicas. Para estar sano físicamente, primero tenemos que estarlo mentalmente; si nuestros pensamientos están desordenados, si nuestra espiritualidad es ignorada o se emplea mal, se manifestará  en nuestra parte física. Así que, cuanto antes comprendamos  que el odio no hace daño a quienes odiamos, sino al que odia y, que al dejar de odiar los únicos beneficiados somos nosotros, quizás nuestra actitud, aunque sólo fuera por simple deseos de alcanzar  un poco de bienestar interior, cambiaría. Los sentimientos negativos ocupan un espacio precioso en nuestro corazón, espacio que debemos llenar con otra clase de sentimientos que nos hagan sentir mejor. Si una persona te hace daño, aléjate de ella sin más, es su problema, no el tuyo. Las  emociones  negativas sólo existen a nivel personal, cuando podamos vernos a nosotros mismos y a nuestra vida de una forma más impersonal muchos de esos rasgos negativos desaparecen como por arte de magia. El Dalai Lama afirmó en su mensaje que si  tenemos muchas preocupaciones no dormimos, mientras que las emociones positivas, como el amor o la compasión, no sólo nos aportan paz interior sino que son también buenas para nuestra salud", ésta es también mi creencia.

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