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¡Despierta!

UN MASÓN EN EL MADRID DE HOY II

UN MASÓN EN EL MADRID DE HOY II

      

Queridos amigos, vuelvo de nuevo al blog para continuar, para quien le apetezca esta cruzada, allí donde me quedé en mi anterior relato tras la experiencia en la iniciación en la masonería en este Madrid de hoy. Hoy el relato es distinto, más teórico sobre masonería para quien desee profundizar un poco más.

Poco sabía y no es que ahora sepa mucho más, sobre los varios siglos de historia en que aquélla se desarrolla. Para entender sus inicios, allá de leyendas que conectan Templarios y Masones, lo cierto es que la Masonería es una escuela iniciática, cuyo método característico es el simbolismo ritualizado, institucionalizada en 1717, en Londres, como Gran Logia de Londres (solo a partir de 1738 pasó a titularse "de Inglaterra") por cuatro de las escasas logias o talleres de constructores de edificios que habían sobrevivido desde la Edad Media. La aparición de esa Gran Logia de Londres representó tanto una ruptura con la masonería operativa tradicional de la construcción, como un relanzamiento de enseñanzas conservadas por los antiguos masones operativos, de cuyos talleres habían pasado a formar parte también hombres que fueron "aceptados" en ellos por su  capacidad de aportar algo más. Aquel relanzamiento se consideró oportuno por parte de la "inteligencia" inglesa de principios del siglo XVIII (Royal Society, incluida), dadas las circunstancias socio-políticas de la época (guerras de religión mezcladas con disensiones políticas y guerras, interiores e internacionales, en Inglaterra y en toda Europa, desde siempre y en particular durante los siglos XVI y XVII).

Por ello, es imposible separar la filosofía masónica de una finalidad pragmática muy concreta: conseguir la paz social mediante la armonización de intereses y criterios diferentes (reunión de lo disperso, en el lenguaje hermetista). Había y hay que aprender a "construirse" como mujeres y hombres más perfectos para contribuir al avance de la Humanidad. Tal era y es el ideal de la Orden Masónica. 

A lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX, la Masonería evoluciona adaptando su método de análisis (que es lo esencial y permanente en ella) a la evolución de la sociedad y del conocimiento. Dentro de la Masonería universal, es posible hoy distinguir sub-escuelas, de las que unas insisten más en la importancia de una Tradición transmitida sin alteraciones desfiguradoras, otras subrayan la importancia del perfeccionamiento moral de las personas, otras la consecución del perfeccionamiento social y otras, en fin, sincréticas. De acuerdo con ello, la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad humanas podrían también enriquecerse o empobrecerse con matizaciones de uno u otro signo...

       A grandes rasgos, existen distintas escuelas (o logias) agrupadas en Ordenes (normalmente de carácter nacional), masculinas, femeninas y mixtas cuyas prácticas se corresponden con ritos como pueden ser el de York o el Escocés Antiguo y Aceptado aunque existen otros muchos, dependiendo de los países y herencias culturales. En definitiva el ritual o rito no es más que un ejercicio disciplinar para alcanzar un mayor conocimiento de sí mismo primero, para luego conocer lo demás. Si observamos otras culturas, podríamos encontrar similitudes de escuelas iniciáticas (así es como se denomina a todas normalmente), desde las antiguas egipcias, pasando por la kábala o el zen. Lejos de todo esto están esos comentarios de medianoche sobre sacrificios, adoraciones diabólicas, grupos ocultos de interés o la mano que mece la cuna...

 

Es más fácil criticar lo que se ignora que hablar de lo que se sabe.

 

El lema del método de trabajo masónico que practicamos en miles de logias (y con el que personalmente me identifico), el "Rito Escocés Antiguo y Aceptado" (REAA), es "Ordo ab Chao". El primer paso conducente del caos al orden es la convicción inteligente de que el Universo contiene las pautas de una Ley, que llamamos "universal", que determina su ordenamiento en todos los niveles.

Entender el “todo” es complejo por no decir imposible, por lo menos con la capacidad actual. Un masón es una persona que aspira a autocultivarse no para reforzar ni su ego ni su vanidad sino para acceder a un mayor grado de consciencia y aportar en este mundo de hoy, todo lo que de positivo puede desprenderse de la máxima Libertad, Igualdad, Fraternidad.

 

Tampoco es cierto que esté únicamente formada por ideólogos de la izquierda política, ni mucho menos. Seguramente en su origen tuvo mucho que ver por la disensión del pueblo de feudalismos y autarquías pero hoy, eso es mera reminiscencia. Puedo asegurar que convivimos pacífica y armoniosamente gente de la izquierda, de la derecha, nacionalistas, apartidistas, ateos, creyentes cristianos, budistas, musulmanes...

En nuestra cultura entendemos que una novia se vista de blanco, que los seguidores de un equipo de fútbol celebren la victoria en determinadas fuentes públicas, celebrar un cumpleaños apagando velas y un largo etcétera, ritos en definitiva que seguro, si se analizan, tienen un sentido. Otras ritualidades podrían ser citadas, como asistir a la escuela, con o sin uniforme, catar y degustar vinos, hacer el Camino de Santiago, rezar, pedir un deseo...

 

El rito no es más que eso, una repetición, una secuencia que responde a un porqué y un para qué. El porqué y para qué de la masonería ya los describí más arriba, al igual que cualesquiera otras escuelas de pensamiento mundial. Hoy se aceptan las antiguas reuniones griegas en el ágora, donde se discutía y aprendía, podría decirse que eso es hoy la masonería.

 

A modo de anécdota y para acabar por hoy, si nos parásemos a pensar qué significa por ejemplo, la palabra religión (religare en latín o volver a unir), tal vez empezaríamos a entender que no se trata más que de formas de vehicular la unión de lo que permanece desunido: el ser humano y la inmensidad que nos rodea, su sentido, su comprensión y el avance a que estamos avocados.

 

Un sincero TAF.

Hermano R.

 

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