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¡Despierta!

EDIPO

EDIPO

En la mitología griega, Edipo era hijo de Layo, rey de Tebas y de Yocasta.  Fue abandonado al nacer sobre el monte Citerón porque un oráculo había predicho a Layo, que el hijo que Yocasta llevaba en su seno sería su asesino. Decidido a rehuir su destino, Layo ató los pies de su hijo recién nacido y lo abandonó en una montaña solitaria para que muriera. Edipo fue recogido por unos pastores y entregado a Pólibo, rey de Corinto, quien le dio el nombre de Edipo (pie hinchado) y lo educó como si de su hijo se tratara. Después de unos años, Edipo deseaba conocer su verdadero origen y consultó para ello a un oráculo que le dijo que no volviera nunca a su patria, ya que estaba destinado a dar muerte a su padre y a casarse con su madre. No sabía que era adoptado y no creyendo tener más patria que Corinto, se alejó para que la profecía no se cumpliera. Pero en su camino, en una disputa, encontró al rey Layo y lo mató. Halló la ciudad de Tebas, desolada por la Esfinge; un monstruo con el rostro de mujer, cuerpo de perro, alas y cola de dragón y garras de león. Proponía enigmas a todos los pasajeros y los devoraba al no poder adivinarlos. Cuando Edipo llegó a la entrada de la ciudad, la Esfinge le planteó el siguiente enigma: ¿Qué animal es el que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde? “Es el hombre”. Al acertar el enigma, la Esfinge se suicida lanzándose  al vacío. El sucesor de Layo era Creón, había prometido la corona y la mano de Yocasta al que matase al monstruo adivinando el enigma. Y, así se convirtió Edipo en rey de Tebas y esposo de su madre. Durante muchos años reinó digna y pacíficamente, engendrando con su madre y esposa dos hijos, Polinices y Eteocles y dos hijas, Ismene y Antígona;  hasta que la peste asoló a Tebas y el Oráculo proclamó que la peste cesaría cuando fuera expulsado el asesino del rey Layo. ¿Pero dónde encontrarlo? Edipo empieza a hacer averiguaciones y gracias a Tiresias, el adivino ciego,  descubre que es él el asesino de su padre y al mismo tiempo esposo de su madre. Yocasta, al descubrir el incesto se suicida colgándose de un árbol. Horrorizado, Edipo se arranca los ojos con los broches del vestido de Yocasta, abandona el trono y huye de su patria en compañía de su hija Antígona. Después de vagar muchos años, llega a Colono, santuario consagrado a las Euménides, diosas de la Tierra,  cerca de la ciudad de Atenas y allí muere, no sin antes obtener la promesa del dios Apolo, que el lugar de su muerte permanecería sagrado por haber dado refugio al vagabundo. La predicción del oráculo se ha cumplido, en esta tragedia,  Edipo no ha podido burlar al DESTINO.

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