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¡Despierta!

POBREZA

POBREZA

Un padre económicamente acomodado, quiso que su hijo supiera lo que de verdad era la pobreza, así se le ocurrió llevar a su hijo a pasar unos días con una humilde familia campesina. Pasaron unos pocos días en la vivienda de los campesinos y, en el camino de vuelta a su hogar el padre le pregunta al hijo: ¿qué te ha parecido la experiencia?

Buena, contestó el hijo con el semblante algo serio. Y... ¿qué aprendiste? El hijo contestó:

 

Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.

Nosotros tenemos una piscina con agua estancada en la mitad del jardín... y ellos tienen un río de agua cristalina con peces, flores y un precioso paisaje.

Nosotros tenemos lámparas importadas para alumbrar nuestro jardín... y ellos se iluminan con la luna y las estrellas.

Nuestro jardín llega hasta la cerca...y el de ellos llega al horizonte.

Nosotros tenemos que comprar la comida y ellos siembran y cosechan la suya.

Nosotros oímos música en CD... y ellos escuchan la maravillosa sinfonía de la naturaleza.

Nuestra comida la cocinamos en una cocina eléctrica y su comida tiene ese magnífico sabor a  fuego de leña.

Nosotros necesitamos protegernos con puertas, muros y alarmas y... ellos viven con sus puertas abiertas protegidos por la amistad de sus vecinos.

Nosotros vivimos “conectados” al móvil, al ordenador, al televisor y... ellos en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, a la montaña, a los animales, a su siembra, a su familia...

 

El padre estaba entre sorprendido e impactado por la profundidad del razonamiento de su hijo... entonces el hijo le dijo:

 

Gracias papá por haberme enseñado lo pobres que somos.

 

Muchos antes que nosotros comprendieron que la riqueza material nunca nos hará plenamente felices; este hijo supo “ver” en esta experiencia. Tal como decía Aldous Huxley (1894-1963) “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. El filósofo griego Sócrates (470-399 a C.) preguntaba: ¿no te parece vergonzoso cómo te preocupas por las riquezas y los honores y, en cambio no te preocupas por la verdad y por cómo mejorar tu alma?

 

En un camino del bosque, iba un hombre suspirando por lo pobre que era,  ya que por toda comida tenía un puñado de habas, según se las iba comiendo tiraba las vainas al suelo. De pronto sintió unos pasos que le seguían, miró hacia atrás y vio que otro hombre más pobre que él recogía y comía las cáscaras que él había desechado.

Debemos comprender lo que realmente tiene valor en el transcurso de nuestra vida.

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