Blogia
¡Despierta!

EMBARAZO

EMBARAZO A los que tenéis a una futura mamá a vuestro lado, haced lo posible para que  durante el embarazo, sea lo más feliz posible, que sea un embarazo sin problemas, sin sobresaltos, sin malos sentimientos hacia otras personas, el bebé  percibe todo  lo que la madre siente,  las motivaciones, la ansiedad, el amor, todo quedará grabado en él y repercutirá en su manera de ser futura. Si la madre vive física, mental y espiritualmente en armonía con las leyes naturales y universales, su hijo colmará sus esperanzas. Durante los primeros meses y años de su vida, el niño está más influenciado por el alma que por el cuerpo. Por eso es tan sensible a las impresiones psíquicas y percibe fenómenos muy sutiles que los adultos no pueden comprender; por eso los padres deben prestar atención a lo que les cuentan sus hijos mientras son pequeños. La madre debe transmitirle paz y serenidad, durante los meses de gestación; debe hablarle con la dulzura que sólo una madre es capaz de hacerlo, debe escuchar una  música agradable, una música clásica suave sería la más conveniente. Un hijo, dice la sabiduría popular, es nueve meses de enfermedad y toda una vida de convalecencia. Sófocles (495 adC. – 406 adC.) decía: los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres; quizás ninguna madre sea totalmente consciente de lo que implica tener un hijo. Requiere en los primeros años una dedicación exclusiva y, aunque crezcan siempre necesitarán saber que está ahí, ¿y, quién mejor que una madre para “ayudar” a un hijo? Erich Fromm, en su libro El Arte de Amar, nos dice que el amor de Madre es incondicional, omniprotector y envolvente; como es incondicional, tampoco puede controlarse o adquirirse. Su presencia da a la persona  amada una sensación de dicha; su ausencia produce un sentimiento de abandono y profunda desesperación. Puesto que la madre ama a sus hijos porque son sus hijos, y no porque sean buenos, obedientes o cumplan sus deseos y órdenes, el amor materno se basa en la igualdad. Durante los primeros meses y años de su vida, el niño está más influenciado por el alma que por el cuerpo. Por eso es tan sensible a las impresiones psíquicas y percibe fenómenos muy sutiles que los adultos no pueden comprender. Esa es la razón por la cual los padres deben prestar atención a lo que les cuentan sus hijos mientras son pequeños. E  instruye a tu hijo para el bien y para la paz, ya que la vida te da el  poder y la oportunidad de crear una mente pura.

0 comentarios