ESOTERISMO Y TRADICIÓN MÍSTICA
“Quien quiera saber esto con certeza deberá leer los libros de los sabios antiguos y allí lo encontrará, que allí ellos demostraron la naturaleza de las cosas y descubrieron los secretos a los sabios y a los deseosos de saber y se preocuparon mucho por encubrirlo a aquellos que no tienen buen entendimiento, pues tales desperdician el saber de tres maneras: I. Porque no lo entienden. II. Porque al no entenderlo lo desprecian diciendo que no es verdad. III. Porque no basta con que no lo entiendan y con que sin entenderlo lo desprecien, sino que quieren que los otros de su mismo entendimiento lo desprecien y no lo crean, lo mismo que ellos no lo creen. Y a estos tales, dice Aristóteles y los otros filósofos, que sus espíritus son tan duros y pesados que mejor deberían ser contados entre otros animales que no entre los hombres” Texto extraído de: “EL LAPIDARIO” ALFONSO X “EL SABIO”. Lapidario: libro que recoge y detalla las virtudes mágicas de las piedras. Este tipo de volúmenes tuvo su momento de esplendor en la edad media, relacionándose sus contenidos con otros saberes herméticos, como la astronomía y la alquimia. El Lapidario más conocido y mejor estudiado es el del rey Alfonso X el Sabio, a quien se debe su traducción. Según relata el prólogo del citado texto, los saberes que incluye fueron vertidos del caldeo al árabe por el sabio Abolays. Posteriormente, el físico y astrónomo Yehuda ibn Mosca el Menor y el clérigo Garci Pérez participaron en la adaptación alfonsina. Como sucede en otros lapidario, el de Alfonso X relaciona cada piedra con los ciclos de las estrellas, ligando los poderes de la roca a los signos del Zodíaco. Convertidos en materia de fácil especulación, los lapidario fueron degenerando en los siglos posteriores hasta convertirse en supersticiones de orden mágico, muy alejadas del ideario esotérico y la tradición mística. Las piedras preciosas poseen su propia leyenda y propiedades.
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