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¡Despierta!

MIEDO AL COMPROMISO

MIEDO AL COMPROMISO ¿Sabrán lo que se pierden?. Obviamente no. En qué poca estima se tienen las personas que no quieren darse la oportunidad de vivir una experiencia que les podría llenar de gozo, pierden un tiempo valiosísimo reflexionando si deben o no deben, si les conviene o no les conviene, ¿me embarco? ¿no me embarco? y, ante tanta duda, el barco ha zarpado; ¿quién sabe? pueden perder una oportunidad única y, huyen sin más. Joseph Joubert (1754-1824) nos dice: La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer. Los que tienen que conocerse se conocerán, y las relaciones que no se viven quedan pendientes, sin resolver, quedan dentro, porque las relaciones son mentales. Y, yo les diría que  tengo la certeza que al transcurrir de los años siempre recordarán aquella oportunidad que la vida les brindó y que se negaron a vivir. Y, claro, es tarde, ya que la mayoría de las veces la oportunidad  sólo se presenta una vez.  El principal problema en las relaciones es que se inician de una forma totalmente a la ligera, sin pensar, es decir, a ver qué pasa. Y, claro cuando encontramos una persona válida, nos invade el miedo a comprometernos, porque no pensábamos darnos al cien por cien. Solemos temer al cambio en nuestras vidas; el cambio es como una puerta cerrada, no sabemos qué es lo que hay detrás y eso nos asusta, solemos preferir una vida de soledad, una vida incompleta, pero conocida, antes de abrir esa puerta. ¿pero quién sabe si detrás de esa puerta puedes encontrar una vida más completa y feliz?. Hay que aprender a vivir el presente, no puedes esperar “al mañana” para ser feliz. Vive sin prisas, pero atento a lo que llega a tu vida. Todo llega, pero llega cuando tiene que llegar. Si supieras que una relación de pareja tiene una duración limitada a unos pocos meses o años, ¿no querrías experimentarla?, ¿preferirías no vivirla o perder todos esos buenos momentos, al saber que no sería para siempre?  ¿preferirías acaso no llegar a conocer a esa persona aunque fuera por un espacio limitado de tiempo? Enfócalo desde otro punto de vista, vive el presente, el momento y  siente gratitud sin más. El hoy es un regalo, por eso lo llamamos presente. De todas formas, si tu decisión es vivir en soledad, una soledad elegida, también está bien, tendrás tus razones, no debes temer  a la soledad, en muchas ocasiones es la mejor compañera. Pero si cambias en algún momento de idea, antes de empezar una nueva relación, que la honestidad guíe tus actos. Encuéntrate primero, decide qué es lo que quieres para tu próxima relación, o por lo menos, qué es lo que no quieres y buena suerte. Y, si la vida te da mil razones para llorar, muéstrale que tienes mil una para sonreír.

1 comentario

martanauta -

Muy bueno el enfoque Marian, y muy real.