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¡Despierta!

PLAN DIVINO

PLAN DIVINO

¿Qué es lo que más deseas?, si tuviéramos la oportunidad de que se nos concediera un solo deseo, pocas personas sabrían de verdad qué es lo que pedirían. ¿sabrías tu decirlo? Yo sí. Lo que más deseo en esta vida es entender el propósito que Dios se planteó cuando nos creó. Sé que mi ínfima inteligencia no está capacitada para entender en toda su magnitud tal cuestión. Yo no cuestiono a Dios, ni a su Plan Divino, tengo la suerte de tener una fe infinita en Él y en sus designios, otra cosa es que no lo haya entendido todavía. Pero aún así, lo intento y no dejo de plantearme  qué papel debemos interpretar en el Gran Escenario de la Vida. Qué ideó Él con su Plan terrenal. Después de leer las diferentes interpretaciones que han hecho, los entendidos sobre los textos relativos a los designios de Dios, no puedo estar de acuerdo con ninguno de ellos en su totalidad. Me he permitido el lujo de pensar por mí misma y aún no he encontrado LA RESPUESTA. He encontrado una respuesta parcial y, en cierto modo me vale, pero quisiera más. Estoy segura que sí hay vida después de la muerte (y si no la hubiera, pues vale, se acabó el problema). La reencarnación es lo que más se aproxima a lo que yo encontraría más justo, de hecho, encuentro alusiones a la misma en la Biblia, en El Zohar, en textos de personas que dicen haber obtenido información al respecto como Edgar Cayce, etcétera.  A veces pienso que Dios en su objetivo nos pone  pruebas que son como preguntas a las que quiere que demos respuesta. A cada persona le pone un problema según su nivel, pero mi cuestión es que no estoy segura si sonríe, se ríe o se entristece cuando no sabemos resolver las cuestiones que nos plantea. A los seres menos evolucionados le va poniendo pruebas más fáciles y llevaderas según su nivel y así las pruebas más difíciles de superar se las pone según la evolución de la persona. Es como un puzzle que Él desde arriba va mirando expectante, cómo lo vamos resolviendo. Y, al que lo consigue PREMIO.

 

El Zohar, dice que las personas sufren cambios internos, ocultos a los ojos de los demás que sólo ella percibe y conoce. Yo, sin querer compararme con Einsten (Dios me libre tamaña osadía), pienso igual que él cuando dijo: «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso».

Así que seguiré buscando LA RESPUESTA y, si la encuentro la compartiré con quien quiera escucharla.Y si no encuentro “esa esperada y maravillosa respuesta” en esta vida, pensaré al marcharme de ella, no que no hubiera nada que encontrar, sino que mi inteligencia es obtusa o que mi alma no estaba preparada en esta ocasión para recibir ese don.

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