EL DAR

El dar es gratis, es una decisión tuya, únicamente tuya. Ya sé que en el fondo de nuestros corazones esperamos “cierta” gratitud por parte de los que reciban algo de nosotros y, en ocasiones nos quedamos boquiabiertos ante tal  “desagradecimiento”. Hasta que nos damos cuenta,  de que el dar es totalmente voluntario, es dar sin esperar nada a cambio, ni siquiera las gracias, y al no esperar nada, si no nos  lo agradecen, no sentiremos dolor. El dar es una de las mayores  satisfacciones que uno puede experimentar, compruébalo. Los ofrecimientos hay que hacerlos de corazón, no de una manera ligera, sin pensar más allá,  no se debe ofrecer nada que no se quiera hacer o dar, sólo por el hecho de quedar bien. Se  corre el riesgo de que acepten tu ofrecimiento y te veas obligado a hacerlo, por lo cual, en ocasiones te tirarías de los pelos. Si te lo piensas dos veces antes de ofrecer algo, no tendrás que lamentarte cuando hayas hecho algo por alguien y no obtengas nada a cambio, fue tu decisión el darlo, siempre podías no haberlo hecho. Y, como dice Neale Donald Walsch en su libro Conversaciones con Dios, nada es doloroso en y por sí mismo. El dolor es el resultado de un pensamiento equivocado. Es un error en el pensar, el dolor  resulta de  un juicio que te has formado; elimina el juicio, y el dolor desaparecerá, se que es difícil, pero algunos lo vamos consiguiendo.