Peticiones
Todos hemos pedido en alguna ocasión algo a seres que creemos tienen la potestad de conceder nuestras peticiones, sobre todo en situaciones difíciles; ya que como dice el refrán popular, no nos acordamos de Santa Bárbara hasta que no truena. Probablemente tales situaciones la mayoría de las veces las hubiéramos podido evitar tomando las decisiones adecuadas, pero somos humanos y estamos aquí para errar y corregirnos. Unos oran a su Dios, otros a diferentes Santos en los que tienen depositada su fe, otros piden ayuda y protección a sus familiares fallecidos, otros hacen sus peticiones al ver pasar una estrella fugaz, otros creen que pueden hacer una petición al visitar por primera vez una iglesia, otros a su Ángel de la Guarda... Y como supongo que habrá ocasiones en tu vida en que quieras hacer alguna petición, sin menospreciar a ninguno de los antes mencionados, te hablaré de YEMANJA, a la que le tengo una especial devoción. No sin antes decirte que debes tener cuidado con lo que pides, porque es posible que se te conceda, no nos vaya a ocurrir lo mismo que a Deífoba, Sibila (En la mitología griega y en la romana, cualquier mujer inspirada con poderes proféticos por el dios Apolo) de Cumas, a la que el dios Apolo le había prometido concederle todos sus deseos, y ella le pidió vivir tantos años cuantos granos de arena había en su mano, pero se le olvidó pedir la eterna juventud por lo cual se fue consumiendo y su deseo de morir no podía cumplirse. De todas maneras te diré que cuando se pide un deseo, siempre debe decirse: “que se me conceda si es para mi bien”, porque, no siempre sabemos si nuestra petición a la larga puede resultar una pesadilla.
Su festividad es el 31 de diciembre, es la Reina del Mar y es el día en que los devotos le agradecen todo lo recibido y hacen nuevas peticiones para el año entrante. Si tienes el mar cerca, debes arrojar siete monedas al mar al mismo tiempo que pides el deseo, ella lo concederá. Y si no estás cerca del mar, puedes igualmente manifestar tus deseos, cuando tengas la oportunidad de ir al mar, le arrojas las monedas, ella es complaciente y acepta el pago aplazado. Y, aún a riesgo de repetirme, vuelvo a advertirte que los amuletos, pueden traerte buena o mala suerte, sólo si tú crees en ello. A unas personas les funcionará y a otras no, el resultado sólo depende de la fe que se tenga en ello. No existen amuletos mágicos, ni en un sentido ni en otro; si no crees en algo, ese algo nunca te afectará, ni para bien ni para mal.
No existen conjuros, o amuletos de amor, ni para atraer al ser amado, ni para perjudicarlo, no dejes que te engañen. El mal de ojo no existe, es la mala conciencia de cada uno el que hace que cuando alguien te maldice te ocurra algo malo, es tu sentimiento de culpa por una mala acción, lo que te lleva a que en algunos casos se cumplan las “maldiciones”, es tu mente, es una autosugestión negativa, no le otorgues a nadie un poder que no tiene. Hoy en día no existen hechiceras como Circe. En la mitología griega, Circe era capaz de convertir a los seres humanos en animales, sin embargo sus víctimas conservaban la razón, y sabían lo que les había ocurrido. Durante su travesía, el héroe griego Odiseo visitó la isla de Circe con sus compañeros, a los que ésta transformó en cerdos. Con el fin de ayudar a sus hombres, Odiseo recurrió al dios Hermes, de quien recibió una hierba que lo hizo inmune a los encantamientos de Circe. La obligó a restablecer la forma humana de sus compañeros y, sorprendida de que alguien pudiera resistirse a sus sortilegios, se enamoró de Odiseo. Que no te convenzan de lo contrario, las personas que están dispuestas a hacer un conjuro para perjudicar a otro por dinero, se darán cuenta de que la vida es un boomerang y ese daño que intentan inflingir, regresará a ellos tarde o temprano. Sólo quienes creen en la eficacia de las prácticas maléficas pueden resultar sus víctimas. El único poder que la Geoecia (magia negra) y la brujería poseen es el que se les atribuya, pues en sí mismas tales prácticas no poseen fuerza alguna. Lo opuesto se llama Teurgia, es decir, magia blanca o divina para la comunicación con los ángeles y espíritus planetarios. Aunque te he dicho que no me gusta dar consejos, en este tema sí que lo voy a hacer; huye de los charlatanes en la adivinación, te dirán sólo lo que quieras oír. Cualquier objeto que encuentres, una concha en la playa, una piedra en el campo, cualquier cosa en cualquier lugar, si te llama la atención o simplemente te gusta, puede ser un talismán para ti si tú quieres que lo sea. Te dará toda la suerte que tú quieras que te dé, todo es cuestión de sugestión.
7 comentarios
antonio -
Muchas gracias
Sandra -
Jennifer Maricel -
melanie -
gisel -
yo soy muy creyente de la yemanja y confio con el corazon en ella y siempre m cumplio.
x eso kiero decirles q nunk pierdan la fe en ella
BESOS!!!
AMBER -
Un saludo
GABRIELA -