¿TONTO?
Decía el filósofo griego Aristóteles (384 aC.- 322 aC.) que la inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos a la práctica y, el escritor alemán Kurt Tucholsky (1890-1935) que la ventaja de ser inteligente es que resulta más fácil pasar por tonto; lo contrario es mucho más difícil.
Cuentan que un grupo de personas se divertían con el “tonto” del pueblo, un hombre que subsistía de hacer pequeños recados y alguna que otra limosna. Cada día le llamaban al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de mayor tamaño de 40 reales y otra de menor tamaño de 200 reales. Él siempre cogía la más grande pero menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba cómo el grupo se divertía con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó: ¿no te has dado cuenta que la moneda de mayor tamaño vale menos que la pequeña? El “tonto” le respondió: lo sé, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la pequeña, el juego se acabará y dejaré de ganar mi moneda de 40 reales. Este hombre sabía que una ambición desmedida puede acabar con tu fuente de ingresos.
Dice un viejo refrán: dame pan y llámame tonto, no siempre quien parece tonto lo es, pero de verdad, ¿quiénes son los verdaderos tontos de esta historia?. Deberíamos reflexionar sobre lo poco que importa sobre lo que los demás piensan de nosotros, lo verdaderamente importante es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto ante un tonto que aparenta ser inteligente.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad. Einsten (1879-1955)
0 comentarios