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¡Despierta!

PAPÁ NOEL

PAPÁ NOEL

Papá Noel es ese ser de amplia sonrisa que viste un traje rojo ribeteado de blanco y gorro a juego;  tiene una larga barba blanca y nos alegra el día de Navidad al traer regalos a los niños y  a los no tan niños. Llamado en Francia, Père Noel, en Inglaterra, Father Christmas, en Escandinavia, Julenisse, en Brasil, Papai Noel, en Alemania, Sankt Nikolaus y conocido mundialmente como Santa Claus, gracias a unos inmigrantes holandeses que en el siglo XVII llegaron a Estados Unidos queriendo mantener sus costumbres y leyendas y así su patrono Sinter Klaas se transformó en Santa Claus. Se decía que repartía regalos vestido como un obispo y cabalgando por el cielo en un caballo, con su ayudante Black Peter, cuyo tarea era la de azotar a los niños malos. Aunque en principio los regalos se recibían el seis de diciembre, después de la reforma, los protestantes alemanes optaron por el Niño Jesús para repartir regalos el 25 de diciembre y cuando la tradición de Nicolás prevaleció, se incorporó a la Navidad. En 1863, fue cuando gracias al dibujante sueco Thomas Nast, adquirió su famosa vestimenta roja, y a mediados del siglo XIX pasó a Inglaterra y Francia y se fundió con Bonhomme Noel, que aunque parecido, vestía de blanco con ribetes dorados. Fue a partir del siglo XX cuando se creó la tradición de que procedía del Polo Norte, que atravesaba los cielos en un trineo transportado por nueve renos liderados por Rodolfo, (que ilumina el camino con su nariz roja) y es ayudado por los Bendegums, duendes bondadosos que le ayudan en la fabricación de los juguetes. Si los niños se portan mal, no será Papá Noel quien les visite, sino que será Carbonilla la que les dejará carbón. Se le relaciona con  San Nicolás cristiano. Según la tradición San Nicolás nació en Patara ciudad del antiguo distrito de Licia en Asia Menor (hoy Turquía), es el patrón de los niños, además de los marinos. Los ladrones también le consideraron su patrón. Falleció en día 6 de diciembre del año 345 y sus restos descansan en Bari, Italia. Su padre deseaba que siguiera con sus negocios comerciales, y la madre deseaba que fuera sacerdote como su tío, que era Obispo de Mira. Al fallecer sus padres por una epidemia de peste, repartió sus bienes entre los necesitados y se fue a vivir con su tío, ordenándose como sacerdote a los diecinueve años. Se cuentan muchas historias sobre él, una de ellas es que rezó por varios niños que habían sido acuchillados y se curaron rápidamente. Parece ser que era un ser bondadoso y caritativo que sentía predilección por niños, otra relato nos cuenta que un padre de tres hijas al no tener dote para casarlas, estaban condenadas a permanecer solteras, y, así San Nicolás en secreto depositó una bolsa de monedas de oro en los calcetines de cada una que estaban secándose en la chimenea. Se le nombró patrón de los marineros, porque durante una tempestad, los marineros comenzaron a rezar a Dios invocando al buen Obispo Nicolás, y se apareció calmando las aguas. Popularmente se le conoce como San Nicolás de Bari, porque en el siglo XI, unos mercaderes cristianos trasladaron sus restos a esta ciudad de Italia donde realizó tantos milagros que su popularidad creció por toda Europa. Defendía a los niños y hacía regalos a todos los necesitados, de ahí que en nuestros días sea el que trae regalos a los niños en la Natividad del Señor. En el año 1969, el Papa Pablo VI suprimió su festividad del calendario católico. San  Nicolás cristiano sustituyó a varios personajes paganos donantes de regalos tales como Befana, una bruja buena que pertenece al folklore italiano. Según un cuento popular, los reyes Magos de camino a Belén, no acertaban con la ruta correcta y pidieron ayuda a una anciana, pero ella se negó a acompañarles. Más tarde arrepentida, preparó una cesta con dulces y fue tras ellos sin conseguir encontrarlos, iba parando en cada casa repartiendo dulces a los niños que encontraba con la esperanza de que alguno fuera el pequeño Jesús. Desde entonces vaga por el mundo haciendo regalos a los niños para redimir su falta de ayuda a los reyes Magos. En la tradición navideña vasca es el carbonero Olentzero y duendes de barba blanca, botas altas y gorro de armiño los encargados de repartir regalos. Una leyenda alemana cuenta que durante una fría  noche de invierno, un leñador estaba con su familia calentándose junto al fuego de la chimenea cuando llamaron a la puerta. Cuando abrieron, sorprendentemente había un niño en medio del bosque helado. Le hicieron pasar y le dieron comida, bebida, mantas para calentarse y una cama para que descansara. Al día siguiente, la familia se despertó con el sonido de una música entonada por un coro de ángeles que llenaron la casa de luz. Se dieron cuenta entonces que habían “ayudado” al Niño Jesús. Por haber cuidado de mí, esto hará que os acordéis de mi visita, entonces tocó un árbol que estaba cerca de la casa y dijo: que ese árbol brille para abrigar vuestros corazones y que guarde regalos para que seáis tan caritativos con otros como habéis sido conmigo. La tradición del árbol de Navidad es atribuida a Alemania, fue durante el siglo XVI cuando los devotos cristianos empezaron a colocar árboles decorados en sus hogares. Cuenta la leyenda que fue Martín Lutero que en una noche de invierno, vio cómo se reflejaban las estrellas en los árboles cercanos y quiso reproducir dicha escena a su familia. Trasladó un árbol a su casa, puso unos alambres y lo adornó con velas encendidas. Otra leyenda cuenta  que en Alemania decoraban un árbol con manzanas representando el árbol del Bien y del Mal del Paraíso.

Somos muchas las personas que  estamos en desacuerdo con el consumismo de estas fechas, así no está de más recordar el verdadero significado religioso de la Navidad y, tener en cuenta que el origen de Papá Noel es el de un santo bondadoso, y caritativo que pasó su vida ayudando a los más necesitados. Nosotros debemos ser los verdaderos porteadores de regalos esta Navidad, regalando al prójimo, amor, tolerancia y sobre todo PAZ.

FELIZ NAVIDAD A TODOS

 

 

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